En el Egipto faraónico esta danza sagrada era reservada a mujeres que carecían de imperfecciones físicas y pertenecían a la aristocracia. Las bailarinas bailaban desnudas si ningún pudor puesto que era un baile sagrado no erótico. Estas mujeres a base de movimientos placenteros, sinuosos e intencionados atraían que se favoreciera a la fertilidad de la tierra. Los movimientos de los brazos suplicantes generalmente dirigidos al sol atraen la energía celeste, regeneradora de la vida.
En períodos posteriores, con la invasión de los turcos, se conoció la danza oriental con mayor técnica y erotismo. Durante siglos la danza continuó pero hubo infinidad de guerras e invasiones y la esclavitud era habitual para los perdedores. Por ello hubo muchas bailarinas de esta danza que eran esclavas. (En Estambul el palacio Topcapi podemos encontrar “El Harén” donde sólo había mujeres entrenadas para el disfrute y dedicación del Sultán. Se dice que el ondular del vientre es turco).En el siglo XIX existían dos tipos de bailarinas: las ghawazee (gitanas) que bailaban al aire libre o en el campo, normalmente para audiencias de clase social baja que actuaban con un pequeño grupo de músicos; y que a veces, en algunos casos se dedicaban también a la prostitución. Y las awalim que eran más respetadas y además de bailar, cantaban y recitaban poesía. Éstas solían actuar en casas de ricos.
Fue en este mismo siglo cuando esta danza empezó a llamarse Danza del Vientre por los europeos que viajaron a los países exóticos en busca de nuevas culturas, costumbres y paisajes. Estos viajeros quedaron sorprendidos por los movimientos de vientre y cadera que no existían en las danzas europeas.
Tras el regreso a sus países, numerosos turistas comentaban su asombro ante la gran cantidad de adornos que suelen llevar las bailarinas en su cuerpo, pulseras y ajorcas por brazos y piernas, aros colgados en la nariz, pendientes y singulares collares dorados y plateados en el pecho y cinturones de monedas y abalorios sobre las caderas. Estos abalorios tenían una significación específica, sobre todo en el antiguo Egipto. Se usaban como amuletos para que les sirvieran de protección contra fuerzas hostiles. Algunas veces los peligros provenían de los animales venenosos del desierto o de los cocodrilos que abundaban en el Nilo. Los peligros menos visibles podían ser enfermedades, accidentes, sequías, tormentas, etc. Es por eso que los amuletos destacaban en puntos vulnerables del cuerpo humano como son los tobillos, el cuello, las muñecas, el pecho, etc. Todos los talismanes según la clase social del que lo usaba, podían usar piedras: turquesa, lápiz lazuli...dando un significado especial al color azul del cielo, al verde como la frescura de la vegetación, e rojo a la sangre y el oro a la “carne del sol” símbolo de renovación y eternidad. Otras veces usaban productos naturales como la concha de mar que tenían para ellos la apariencia de un ojo semiabierto, pero que siempre permanecía vigilante, protegiendo del mal de ojo.
En 1930 una mujer libanesa llamada Badia Mansabni abrió en el Cairo una sala de fiestas llamada Casino Badia. Esta sala se hizo muy popular. Se impuso como moda el traje de dos piezas con pedrería y flecos, de inspiración hollywoodiense, y muchos cazatalentos acudían al casino a seleccionar a futuras bailarinas para sus películas; muchas se convirtieron en estrellas de cine: Tahia Carioca, Nadia Gamal o Naima Akef fueron algunas.
Actualmente, prácticamente todas las mujeres árabes saben bailar esta danza, aprenden desde niñas en fiestas y reuniones familiares, pero son pocas las que deciden ser profesionales, porque ser bailarina no está bien visto en una sociedad tradicional musulmana.
Hoy en día en Occidente conocemos sobretodo el nombre de Danza del Vientre pero debemos tener siempre en cuenta que es Danza Oriental y que dentro de ésta hay muchas danzas, clásicas, folklóricas… En cada país donde se baila hay muchos estilos diferentes y podemos combinar muchos elementos para bailar como: trajes llamativos o trajes oscuros y cerrados, velos, bastones, sables, candelabros, cántaros, crótalos, velas, etc. La riqueza es mucha y más si tenemos en cuenta que esta danza es improvisada y admite tantos pasos y movimientos como el cuerpo de la mujer pueda hacer.
1 comentario:
Muy interesante, a ver si pongo un post sobre esto.
Publicar un comentario