Mi enemigo del verano

Este año ya tengo ganas de que llegue el fresquito, y con él que esos minúsculos pero puñeteros bichejos llamados mosquitos se vayan a freír espárragos!

Lo siento, pero me cabrean, llevo 3 días con las piernas llenas de ronchones que me pican una barbaridad, porque el responsable ha sido un mosquito tigre y sus picaduras duran como una semana, parece que dejan de picar y se reavivan de repente con rabia. Los odio! Arrrggggg!!

Supongo que en cada casa siempre hay uno que es víctima de la mayoría de ataques, en mi casa soy yo, y en mi grupo de amigos también. Me han dicho mil razones, que si es porque eres más blanca y tu piel es más fina y les es más fácil hincarte el “diente”, que si es porque tu sangre es más dulce, “no comas tanto chocolate”, que si es por el olor, que si despides más CO2 que otras personas… Lo único que sé es que me dan el verano. Un día me levanté con 16 picaduras, otro día me levanté que parecía Carmen de Mairena, me habían picado en el labio y lo tenía como 3 veces más grande de lo habitual, menos mal que estaba de vacaciones y pude quedarme en casa hasta que se me bajó aquello.

Y sí, me pongo el spray ese que huele que apesta cada noche y tengo un cacharrito de esos que se enchufan, que va genial, no digo que no, pero la maldita luz naranja que ilumina toooooooda la habitación hace que parezca un puticlús, jeje! Pero que remedio me queda? Así que de noche ya no me pican, pero salgo a la calle y parece que me estén esperando en el portal!! Cabr……!!!!!!

Ale, ya me he desahogao.