Me encantan los domingos como hoy, lluviosos, para pasarlos en casita en plan tranquilo leyendo, viendo una peli, el Barça-Madrid o blogueando, como ahora… Tras una semanita perdida, doy señales de vida. Siento mi ausencia, pero no he tenido tiempo de pasarme mucho por aquí ni de dejaros comentarios. Y creo que aun me quedan unos días ocupaillos, tengo que acabar mi coreo para la actuación de la que os hablé y ensayarla muuuucho!
Ésta también ha sido la semana de los cumpleaños y es que este mes cumplen la mayoría de personas que hay a mi alrededor. Las personas más importantes en mi vida son sagitario, curioso. Como siempre, la que piensa y compra los regalos soy yo. Y es que me he vuelto a demostrar a mí misma que no se decir que NO. En el trabajo, tres cuartos de lo mismo, me he comido marrones que no eran problema mío, pero… “bueno, vale, ya lo hago yo”. Y no es tan difícil, verdad? N + O = NO. Aunque he de decir que, a base de palos y cabreos, voy aprendiendo y cada vez digo que no más veces, pero aún así, voy lenta. Menos mal que el jueves un duendecillo me alegro el día y la semana, pero hasta aquí puedo leer. :-D
Y, cambiando de tema, hoy en otro blog se han reído vilmente de mí porque he dicho que en la ducha canto canciones de Raphael. Pues sí, me gusta! Me parece uno de los mejores cantantes de este país, sus canciones están llenas de una pasión tremenda que hoy en día no se encuentra, su chorro de voz es im-pre–sio-nan-te y me sé todas sus canciones, jeje! Incluso hace un par de años acompañé a mi madre, que es fan desde siempre, a verle en concierto… Eso sí, me gustan las canciones antiguas, eh? Las más actuales no tanto. Os dejo una de mis canciones favoritas:
Y para acabar…
¡¡¡¡¡FELICIDADES BARÇA!!!!! :D
domingo, 29 de noviembre de 2009
domingo, 22 de noviembre de 2009
Musiquilla
Para acabar el finde y empezar la semana os pongo un vídeo calentito calentito, jeje!
Se trata de "Lo hecho está hecho" de Shakira. Lo descubrí hace unas semanas en el blog Helado de Música y me llamó la atención la coreografía muy conseguida que hace Shakira con el bailarin en la cama. Me parece, además de supersensual, un vídeoclip muy original. Allá va:
Se trata de "Lo hecho está hecho" de Shakira. Lo descubrí hace unas semanas en el blog Helado de Música y me llamó la atención la coreografía muy conseguida que hace Shakira con el bailarin en la cama. Me parece, además de supersensual, un vídeoclip muy original. Allá va:
viernes, 13 de noviembre de 2009
Marcianitos
Para las personas que a veces se sienten extraterrestres o chiquititas, aquí va un vídeo que me gusta mucho, será porque muchas veces me siento también así, "hola hola, estoy aquí...":
Ando un poquillo liada y os tengo abandonados, lo sé... :(
Buen fin de semana a todos!!!
P.D. Jo, es que acabo de echar un vistacillo a mis últimas entradas y entre quejas y lamentos estoy echa un trapo, eh? Os prometo un reset este finde para volver con más ánimos y, si no es así, me reñís. :) Un beso
Ando un poquillo liada y os tengo abandonados, lo sé... :(
Buen fin de semana a todos!!!
P.D. Jo, es que acabo de echar un vistacillo a mis últimas entradas y entre quejas y lamentos estoy echa un trapo, eh? Os prometo un reset este finde para volver con más ánimos y, si no es así, me reñís. :) Un beso
lunes, 9 de noviembre de 2009
"This is it" e ir al cine sola
Nunca se puede decir “de este agua no beberé”. Aquí una siempre ha dicho que nunca iría al cine sola y allí que me he ido esta tarde bien solita a ver “This is it”, la peli de Michael Jackson que supongo que habréis visto anunciar por la TV.
El tema es que la vi cuando la estrenaron, pero quería ir a verla otra vez antes de que la quitaran del cine (así somos los fans…). Y como engatusar otra vez a alguien para que me acompañara no me parecía bien, después de repensármelo 50 veces me he ido sola.
Ya sé que mucha gente lo hace, pero todo ha sido como muy deprimente, la verdad. Primero el llegar a la taquilla y ver cómo la chica me preguntaba cuántas entradas mientras miraba detrás de mí a ver dónde estaba mi acompañante...
-Yo: “No, sólo quiero una entrada”.
-La taquillera: “Ah, vale…” Con cara de lástima.
Claro, resulta que el lunes tarde no es el día que más gente hay en el cine, me compro mis gominolas y entro en la enorme sala. No había ni Dios, pero nadie. Me he llenado de un sentimiento de tristeza y desolación bestial. Imaginadme: yo, en medio de esa sala enorme, con mi bolsa de gominolas, más sola que la una y viendo a mi ídolo de toda la vida que hace unos meses que acaba de morir. ¿No es penoso? Hasta las gominolas se me hacían amargas. Ha habido un momento que he tenido hasta unos segundos de despersonalización y he dudado si lo estaba viviendo o era un sueño.
En fin, que ha empezado la peli y todo ha cambiado, me he metido en ella y parecía que Michael estuviese haciendo un concierto para mí, así que encantada, oye. Al ratillo, se ha abierto la puerta y ha entrado un padre con su hija, por lo menos ya no me he sentido tan sola.
La película genial. Nos muestra a un artistazo muy exigente, pero a la vez muy humilde y muy educado, como siempre ha sido. Para nada estaba echo polvo como muchos apuntaban, ojalá yo con 50 años me moviese como él y eso que sólo se nos muestran ensayos! Muy delgado, sí, pero con la vitalidad de siempre. Como la primera vez que la vi, he salido con mucha pena, pero a la vez contenta de que se fue lleno de ilusión por el trabajo que estaba realizando, se fue feliz porque estaba preparando para el mundo un espectáculo sin igual.
Y me alegro de haber ido por segunda vez, porque he podido captar detalles y disfrutar más que la primera, aunque, ya os puedo decir, que dudo mucho que otra película sea capaz de volverme a llevar otra vez al cine sola.
El tema es que la vi cuando la estrenaron, pero quería ir a verla otra vez antes de que la quitaran del cine (así somos los fans…). Y como engatusar otra vez a alguien para que me acompañara no me parecía bien, después de repensármelo 50 veces me he ido sola.
Ya sé que mucha gente lo hace, pero todo ha sido como muy deprimente, la verdad. Primero el llegar a la taquilla y ver cómo la chica me preguntaba cuántas entradas mientras miraba detrás de mí a ver dónde estaba mi acompañante...
-Yo: “No, sólo quiero una entrada”.
-La taquillera: “Ah, vale…” Con cara de lástima.
Claro, resulta que el lunes tarde no es el día que más gente hay en el cine, me compro mis gominolas y entro en la enorme sala. No había ni Dios, pero nadie. Me he llenado de un sentimiento de tristeza y desolación bestial. Imaginadme: yo, en medio de esa sala enorme, con mi bolsa de gominolas, más sola que la una y viendo a mi ídolo de toda la vida que hace unos meses que acaba de morir. ¿No es penoso? Hasta las gominolas se me hacían amargas. Ha habido un momento que he tenido hasta unos segundos de despersonalización y he dudado si lo estaba viviendo o era un sueño.
En fin, que ha empezado la peli y todo ha cambiado, me he metido en ella y parecía que Michael estuviese haciendo un concierto para mí, así que encantada, oye. Al ratillo, se ha abierto la puerta y ha entrado un padre con su hija, por lo menos ya no me he sentido tan sola.
La película genial. Nos muestra a un artistazo muy exigente, pero a la vez muy humilde y muy educado, como siempre ha sido. Para nada estaba echo polvo como muchos apuntaban, ojalá yo con 50 años me moviese como él y eso que sólo se nos muestran ensayos! Muy delgado, sí, pero con la vitalidad de siempre. Como la primera vez que la vi, he salido con mucha pena, pero a la vez contenta de que se fue lleno de ilusión por el trabajo que estaba realizando, se fue feliz porque estaba preparando para el mundo un espectáculo sin igual.
Y me alegro de haber ido por segunda vez, porque he podido captar detalles y disfrutar más que la primera, aunque, ya os puedo decir, que dudo mucho que otra película sea capaz de volverme a llevar otra vez al cine sola.
Esto va de
Canciones que me encantan,
Cine,
Michael Jackson,
Vivencias personales
domingo, 8 de noviembre de 2009
All-i-oli
Hola Hola... Qué tal el finde? Yo he tenido comilona hoy y creo que me he pasado con el all-i-oli, jooooo! Siempre me sienta fatal, pero es que me encanta! Si no me tentaran de esa forma tan vil... pero es que te lo ponen ahí tan vistoso, con ese olor tan bueno... mira que está rico el jodío, y piensas “va, un poquito sólo, para dar una pizquita de sabor”. Si, si... ¡¡toma peaso cucharón de all-i-oli!! Debería venir con el sobre de Almax de regalo... :(
No aprendes, Azahara, no aprendes...
No aprendes, Azahara, no aprendes...
viernes, 6 de noviembre de 2009
De traumas
Estoy indignadísima. Hay algo que siempre he tenido claro y es que cuanto más bueno eres más sales perdiendo siempre. Es injusto, pero es así.
Tengo un primo de 12 años que es un trozo de pan, responsable, tímido, torpecillo, vamos, el típico que siempre le quitan el bocata en el patio del colegio, y así es, sus compañeros no dejan de meterse con él. Pues me acaba de contar mi tía que ayer estuvo de excursión y decidieron hacerle una broma: uno de sus compis le empujó y mi primo se cayó por un barranco. Evidentemente, el niño lo negó y dijo que mi primo se había caído solo, y ninguno de los compañeros que lo vio, fue capaz de echarle un cable y decir la verdad. Mi primo está bien, magullado por todo el cuerpo y dolorido como si le hubiesen dado una paliza, pero podía haber sido peor porque la altura del barranco era considerable. Lo triste es que le volverá a pasar, porque es bueno, no se mete con nadie, es estudioso, no se queja, y hoy en día lo que se lleva es machacar al débil, así eres más guay, así te haces respetar.
Me da mucha pena, ya no sólo porque es mi primo y la sangre tira, es que a mí siempre me ha pasado igual y sé lo que le puede afectar a un crío pasar por esas humillaciones. Toda mi vida he sido una buenaza y toda mi vida voy a estar pagando por ello. De pequeña, como era tan tranquilita y pacífica, me sentaban con los más malos (para neutralizarlos), había un niño que me mordía los mofletes y cada día salía con sus dientes marcados en mi cara… En otras ocasiones, me ponían con niños que me pegaban o me ensuciaban la bata o me quitaban las cosas, claro, pero era para neutralizarlos… ¿Nadie pensaba en el daño psicológico que me estaban haciendo a mí?
Crecí, me salieron granitos, me pusieron gafas y aparatos en los dientes, estaba fea, lo sé, pero por si acaso mis compis ya se encargaban de recordármelo. Agachaba la cabeza avergonzada y, cuando llegaba a casa, me metía en mi cuarto y me echaba a llorar. Me hace gracia que ahora recibo algunos mensajes en el Facebook de algunos de aquellos niños que hacían listas poniendo nota a las chicas según su belleza y a mí siempre me ponían un cero, queriendo que les acepte como amigos y diciéndome “pero que guapa estás, cómo has cambiado!”. No he aceptado a ninguno. Quizás eran cosa de críos, pero a veces estas “cosas de críos” pueden hacer mucho daño y gracias a todo esto, he crecido como una persona llena de inseguridades y que, por mucho que ahora me digan cada día lo guapa que soy, nunca me lo creeré y esas inseguridades seguirán ahí.
Ahora que ya no tengo ni granos, ni aparatos en los dientes, ni me pongo las gafas aunque las necesite, muchas veces me dice la gente “qué guapa vas, siempre tan coqueta, tan arreglada, cuánto te cuidas”, seguramente habrá algunos que piensen que soy superficial, pero no, simplemente hubo un día que dije “nunca más me va a llamar nadie fea”. Y acabo de contar algo que jamás había contado a nadie, pero no sé por qué hoy lo necesitaba.
Tengo un primo de 12 años que es un trozo de pan, responsable, tímido, torpecillo, vamos, el típico que siempre le quitan el bocata en el patio del colegio, y así es, sus compañeros no dejan de meterse con él. Pues me acaba de contar mi tía que ayer estuvo de excursión y decidieron hacerle una broma: uno de sus compis le empujó y mi primo se cayó por un barranco. Evidentemente, el niño lo negó y dijo que mi primo se había caído solo, y ninguno de los compañeros que lo vio, fue capaz de echarle un cable y decir la verdad. Mi primo está bien, magullado por todo el cuerpo y dolorido como si le hubiesen dado una paliza, pero podía haber sido peor porque la altura del barranco era considerable. Lo triste es que le volverá a pasar, porque es bueno, no se mete con nadie, es estudioso, no se queja, y hoy en día lo que se lleva es machacar al débil, así eres más guay, así te haces respetar.
Me da mucha pena, ya no sólo porque es mi primo y la sangre tira, es que a mí siempre me ha pasado igual y sé lo que le puede afectar a un crío pasar por esas humillaciones. Toda mi vida he sido una buenaza y toda mi vida voy a estar pagando por ello. De pequeña, como era tan tranquilita y pacífica, me sentaban con los más malos (para neutralizarlos), había un niño que me mordía los mofletes y cada día salía con sus dientes marcados en mi cara… En otras ocasiones, me ponían con niños que me pegaban o me ensuciaban la bata o me quitaban las cosas, claro, pero era para neutralizarlos… ¿Nadie pensaba en el daño psicológico que me estaban haciendo a mí?
Crecí, me salieron granitos, me pusieron gafas y aparatos en los dientes, estaba fea, lo sé, pero por si acaso mis compis ya se encargaban de recordármelo. Agachaba la cabeza avergonzada y, cuando llegaba a casa, me metía en mi cuarto y me echaba a llorar. Me hace gracia que ahora recibo algunos mensajes en el Facebook de algunos de aquellos niños que hacían listas poniendo nota a las chicas según su belleza y a mí siempre me ponían un cero, queriendo que les acepte como amigos y diciéndome “pero que guapa estás, cómo has cambiado!”. No he aceptado a ninguno. Quizás eran cosa de críos, pero a veces estas “cosas de críos” pueden hacer mucho daño y gracias a todo esto, he crecido como una persona llena de inseguridades y que, por mucho que ahora me digan cada día lo guapa que soy, nunca me lo creeré y esas inseguridades seguirán ahí.
Ahora que ya no tengo ni granos, ni aparatos en los dientes, ni me pongo las gafas aunque las necesite, muchas veces me dice la gente “qué guapa vas, siempre tan coqueta, tan arreglada, cuánto te cuidas”, seguramente habrá algunos que piensen que soy superficial, pero no, simplemente hubo un día que dije “nunca más me va a llamar nadie fea”. Y acabo de contar algo que jamás había contado a nadie, pero no sé por qué hoy lo necesitaba.
lunes, 2 de noviembre de 2009
Echando cosas de menos
En días como hoy en los que todo me ha ido de pena y me siento como una astronauta a la que se le ha roto el cable que la unía a su nave (he tenido esta pesadilla muchas veces y se pasa fatal...), hecho de menos el flamenco.
Y es que este año decidí dejar mis clases de flamenco porque todo no podía ser. Las clases eran carísimas y siempre venía gente nueva al grupo por lo que acabábamos siempre repitiendo lo mismo una y otra vez y no se avanzaba. Así que decidí seguir con el Pilates y mis dos clases de danza oriental y punto pelota. Pero lo echo de menos... :( Y es que no sabéis lo bien que se queda una después de una sesión de zapateao! Descargas tensiones que da gusto! Porque además el flamenco saca de una su lado más pasional, te da seguridad, lo has de bailar con una actitud de “aquí estoy yo, más chula que nadie”, y estoy notando que me hace faltita una ración de esas, la verdad.
Así que voy a buscar algún otro sitio que sea más económico, a ver si puedo volver a ponerme mis zapatitos con las suelas llenas de clavos que suenan tan bien y “arriquitaun”, jeje!
Os dejo una actuación que vi el otro día en el programa “Tú sí que vales”:
Y es que este año decidí dejar mis clases de flamenco porque todo no podía ser. Las clases eran carísimas y siempre venía gente nueva al grupo por lo que acabábamos siempre repitiendo lo mismo una y otra vez y no se avanzaba. Así que decidí seguir con el Pilates y mis dos clases de danza oriental y punto pelota. Pero lo echo de menos... :( Y es que no sabéis lo bien que se queda una después de una sesión de zapateao! Descargas tensiones que da gusto! Porque además el flamenco saca de una su lado más pasional, te da seguridad, lo has de bailar con una actitud de “aquí estoy yo, más chula que nadie”, y estoy notando que me hace faltita una ración de esas, la verdad.
Así que voy a buscar algún otro sitio que sea más económico, a ver si puedo volver a ponerme mis zapatitos con las suelas llenas de clavos que suenan tan bien y “arriquitaun”, jeje!
Os dejo una actuación que vi el otro día en el programa “Tú sí que vales”:
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