No sé si a alguien más le pasa, pero a mí me estresa ir al mercado a comprar.
En el supermercado una va más a su rollo, salvo el momento frenético de la caja, que has de ir guardando los artículos que te salen a toda leche de la cinta, en esas bolsas de plástico que se quedan pegadas y no se abren, seleccionándolos por el más duro abajo y los frágiles arriba, mientras te están pidiendo la tarjeta para pagar y la que va detrás de ti te mira con cara de impaciencia… Salvo ese momento, lo demás está muy bien.
Pero el mercado es otra historia y más en un pueblo pequeño, el marujeo que se respira es terrible, y es que el pueblo donde vivo ahora es muy marujil. Y sí, podría comprarlo todo en el supermercado, que de todo hay, pero no es lo mismo, y la carne ni tiene el mismo color ni es la misma, que a mí no me engañan, prefiero pagar un poco más.
¿Qué me encuentro en el mercado?
- Señoras que se cuelan. Algunas se van poniendo delante, sigilosamente, con los codos hacia fuera y zas! empiezan a preguntar “nenaaa, no tendrás hamburguesas de pollo hechas” y bla bla bla, y empiezan a pedir!
- Señoras que no piden la tanda y la lían parda. Llegan, se quedan y no dicen nada, lo malo es cuando no te das cuenta y la tanda se la das a otra... Ya tenemos bronca liada! Porque anda que no gritan!
- Señoras que te piden la tanda y se van a otro sitio. “Nena, ¿eres tú la última? Guárdame la tanda que ahora vengo, que voy a acercarme a por huevos. Detrás normalmente viene una de las que no te la piden… Llega la hora de pedir y las dos dicen que les toca, “a mí me la ha dado esta chica”, “pues a mí no me ha dicho nada”, y yo “¡pero es que usted no ha pedido SU tanda!”. Cuando hay poquita gente, vale, pero cuando hay más de 8 personas, todas cortadas por el mismo patrón, una ya no sabe quién estaba ahí y quien no!
- Señoras que te preguntan hasta por tu DNI. Claro, las colas dan para mucho, es el Sálvame de mercado. Despachan a una y cuando se va, venga, a hablar de ella! “Sabes que su marío la ha dejao? Qué mala cara hace, pobretica, si es queeeeee, menuda se le viene encima… tanto aguantar a la suegra, que se le metía en su casa y…” Y a mí que me importa!!!
- Señoras que te hacen sentir mal. Te están atendiendo y pides la última pechuga de pavo y la señora que está en la cola “Ay, que no te queda más? Vaya hombre, que yo la quería…” Con cara compungida, como si no pudiese vivir sin esa pechuga de pavo! Las primeras veces me iba con mal cuerpo, incluso alguna vez se lo cedí a alguna mujer y compré yo otra cosa, pero ya no! porque veo que es una costumbre que tienen las muy largas! Esto es la jungla!
- Dependientes acosadores. Resulta que hace dos años, cuando empecé a ir, no conocía ninguna tienda y empecer a ir a las primeras que vi. Con la del pollo tuve suerte y sigo yendo, pero la de la ternera no. ¿Por qué? Pues porque son unos acosadores. Y es que no es normal que intenten controlarlo todo, cuando llevaba tiempo sin ir, te lo echaban en cara, después que “cómo que hoy no te llevas de esto?”. Pues porque no y punto.
A mí es que estás cosas y estas confianzas no me gustan, llamadme rara. Como tampoco me gusta que le pida 500g de carne picada y me ponga 750g… ¡siempre! Así que dejé de ir a los pocos meses. Pero ahí no queda todo. Como me vea andando por la plaza me llama, aunque esté a 10 metros! Y ahora incluso evito pasar por delante de su tienda, ni que yo le debiera algo! En fin… que por ser tan insistente ha perdido una clienta, ale.
- Dependientes que te sacan los colores. Y el carnicero de ahora es muy majo (demasiado, jeje). Es el que os puse las fotos de Halloween, muy guasón, él. Y a veces me hace pasar vergüenza, porque me tira los tejos (que se los debe tirar a todas) y me dice piropos. El otro día le pedí bistec de ternera y me pregunta “¿Quieres que te de uno bien bueno y tierno?” Y se señala él mismo “aquí me tienes”. Con la parada llena de gente, yo no sabía donde meterme, jeje!
¿Entendéis por qué me estresa tanto el mercado?
19 comentarios:
jaja, qué grandes aventuras en el mercado :D
Lo de las señoras mayores con jeta que se cuelan y demás, es más frecuente de lo que debería.
Y los carniceros ligones también son un clásico. Pero, claro, en este caso debe ser que no se pudo resistir ante tanta belleza... ;D
(Por cierto, recuerdo que en la pescadería de un supermercado cerca de mi casa hubo una temporada un pescadero que, cada vez que alguien pedía bonito, él decía "bonito como yo" y le guñaba un ojo a la clienta en cuestión. Pero en este caso el comentario era tan frecuente que todo el mundo sabía que lo decía igualmente a las chicas jóvenes que a las señoras de 90 años) :D
En fin, supongo que todo esto forma parte del "encanto" de los mercados. Disfrútalo porque cada vez se va profesionalizando más y se van perdiendo estas costumbres de los carniceros ligones, las colas sin número para el turno, y la charcutera de los quesos que te da un trocito para que pruebes... :D
Pues a mi ya no se me cuela nadie...monto un pifostio que te cag.s. Y ya me huelo a las que intentan colarse a la legua. Cuando voy a un sitio en el que hay que pedir el turno, primero lo pido bien alto para que me oigan todas y después cuando vienen las que van detrás mía o más detrás aún les dejo bien clarito como vamos con los turnos. Vamos! poco menos que dirijo yo la cola.
En la cola del mercadona una intentó colarse y se lo zampé en toda la cara bien alto para que me oyeran todas las colas. Creo que se le quitaron las ganas para lo sucesivo.
Hola, Azahara
Madre mía, eso es un puro reality y no lo que sale en la tele. Hay que ir a un curso de supervivencia para ir al mercado. Encima que ya es complicado tener que comprar con mil ojos como para tener que aguantar el chantaje emocional de algunas.....
Lo reconozco soy de supermercado y de las comprarlo envasado. Allí por lo menos hay caja rápida, ajajajaj y puedes mirar mal a la gente que lleva más productos de los debidos.
Besotes.
Niña los pelos como escarpias me has puesto de solo recordarlo!!! que horror!!! tienes toda la razon, aunque en favor del mercado dire que la calidad y la frescura de los productos suele ser mayor...
Las señoras que se cuelan también están en los supermercados grandes, ¡eh? jaja esas vienen ya con el local, cuando lo alquilan para abrir las tiendas que sean;P
Lo relataste con tal gracia que parece una pelicul:)
Es así, también de este lado del arroyo como vos lo contás
Por suerte como no trabajo puedo ir en horarios mas tranquilos, porque estresa ... y fastidia je!
Besos inmensos
Con razón te pone nerviosa comprar hay aunque por la calidad hay que hacerlo, nosotros la carne, el pescado y alguna cosilla siempre del mercado de Avilés que no nos queda muy cerca pero una vez a la semana se va.
Yo todo eso que cuentas lo he notado, las peores aunque pueda parecer lo contrario son las personas casi ancianas, parece que amparando en la edad algunas se creen derecho a todo, se creen que tienen impunidad y para los jóvenes no es difícil hacer algo al respecto porque si respondes llegaran las criticonas de turno diciendo "mira ese que poco respeto". Buff la verdad es que uno lo piensa y se pone de mal humor.
Tengo una norma que sigo para evitar confictos y es ir a establecimientos a más de 1km a la redonda.
El motivo es bien simple. Tengo al lado una fruteria, panadería y hasta una peluquería para caballeros pero nunca he entrado en estos locales, para evitar el "tuteo".
De este modo para comprar fruta (por ejemplo) me voy a otro barrio lejos de mi domicilio y voy cambiando periódicamente así entro, elijo y compro. Nada de conversación ni confianzas.
Odio lo de las bolsas, es que no hay manera de que se abran, encima con la tensión de que haya cola esperando.
Las viejas que se cuelan son lo peor, siempre pienso, a más mayor menos verguenza.
Saludos!
Killa a que mercado vas tu? eso parece más una jungla! Ni de coña voy yo a comprar así
Un besote cielo
Tarambana, "bonito como yo", jejeje, qué bueno! Si es que parece que estos dependientes tienen la autoestima por las nubes, oye. Y de belleza nada… supongo que las chicas jóvenes no somos muy frecuentes y cuando va una se emocionan por la novedad, jeje. Ah! Y a mí también me gusta que la charcutera me de un poquito de queso! ;)
Lakacerola, me has de dar clases! Aunque eso se aprende a base de experiencia, y bueno, que yo también soy demasiado prudente. Ahora ya he espabilado un poco y tampoco dejo que se me cuelen, pero no veas el morro que le echa la gente…
María Eugenia, lo que tu dices, habrá que ir a comprar con el sable de danza pa imponer un poco, jeje! Yo en el mercado sólo compro el pescado, la ternera y el pollo. Lo demás en el super, bueno, la fruta la compro en una frutería que tengo al lado de casa.
Verillo, por eso mismo voy, que si no… pero los productos no tienen nada que ver en frescura y en calidad, eso e asin.
Speedygirl, ya te digo! Están en todas partes! Pero en el mercado se crecen. :D
Cantares, yo es que sólo puedo ir los viernes por la tarde. Pero compro mucho y lo congelo, para no ir cada semana.
Boris, eso es verdad, en el bus pasa igual, se ponen a dar empujones para entrar antes y sentarse y piensas “señora, que le voy a dejar sentar de todas las maneras no hace falta que me arree codazos”. Pero luego los jóvenes somos unos maleducados… Hay de todo, hay jóvenes irrespetuosos, pero también adultos y mayores que lo son.
$.M.K., hombre… yo a tanto no llego, jeje! A mí me gusta que me conozcan y que sepan como quiero las cosas y poder tener una relación cordial. En la pollería es así, saben como quiero que me lo corten y todo eso, pero jamás me preguntan por mi vida y, si tardo en ir, no me preguntan el porqué. Igual que yo no les pregunto por la suya.
Pimiento, lo de las bolsas es tremendo… y encima te las hacen pagar y se rompen enseguida! Y en el Carrefour me hace mucha gracia: te hacen pagar las bolsas para no dañar el medio ambiente y lo primero que hacen cuando entras es hacerte meter tus cosas en otra bolsa, que no sirve para nada porque nunca cierra bien. En fin…
40añera, jeje! Bueno, hay días que no me pasa nada eh? :D
Aysssss es que el mercado es una jungla y hay que enfrentarse a esas señoras que dan miedo. Yo tampoco llevo muy bien lo de los cotilleos y el chismorreo, a veces desconecto lo que pasa es que parece que te tengan que incluir en la conversación porque te miran y se ríen mientras cuentan el chascarrillo de turno y yo fuerzo una sonrisa por educación pero me dan ganas de salir corriendo. Te entiendo perfectamente.
Pues yo prefiero ser cliente anonimo. Sólo hay un lugar donde me conocen bien y es en la tienda de discos. =P
Yo soy puro defensor de los mercados de abastos. Como bien dices, en carnes solo me fio de mi carnicero, pues la calidad que me ofrece no tiene ni punto de comparación con la que me encuentro envasada en cualquier supermercado, excepto si voy a compar filetes de pollo o de lomo, que me da igual. Me ha hecho mucha gracia todo lo que has comentado y he tenido las mismas experiencias (menos los piropos jaja). Supongo que todo depende de dar con buenos dependientes, profesionales que no se pasen con las confianzas ni que te presionen a la hora de comprar. Me da pena porque sé que algún día se acabará ese trato con el cliente que hay en los mercados, pues dejaran de existir. Un abrazo!
PD: Lo de la "tanda" es...pedir la vez ¿no? jeje es que aquí en Sevilla no se usa y me ha parecido curioso :)
Lady V, síiiii, eso mismo me pasa a mí! Intentan como pueden meterte en la conversación y seguro que cuando te vas te ponen verde lechuga.
$.M.K., en la tienda de discos te sacan la alfombra roja no? jejeje! Me lo imagino... :D
Andrés, pues a mí el pollo envasado tampoco me da buena espina... Y lo de la tanda, debe venir del catalán, jeje, sí significa pedir la vez. Ahora ya no tanto, pero hace años, cuando iba a Andalucía me miraban raro cuando pedía un bikini en vez de un mixto o un Cacaolat en vez de un batido. :)
Un abrazo!!
¡¡Vaya radiografía de la fauna que habita en los mercados!! jejeje. Algunos de esos casos sí que los conozco, sobre todo el de señoras de...otros los de los dependientes o dependientas no los he visto tanto, bueno sí. bromistas de buen rollo o acosadores/as también los he visto. De todas maneras a mi me gusta mucho más el pequeño comercio que el grande. Creo que perdemos esa vidilla en el día a día si te atiende alguién fríamente a la que en comparación te ofrecen los tenderos/as de siempre esos que conocemos de toda vida y que le dan un plus de humanidad a la compra. Por lo menos yo lo veo así. Recuerdo que cuando los panaderos de siempre se jubilaron sentí cierta tristeza y desde entonces comprar el pan ya no ha sido lo mismo. Saludos!!!
Mr. Thunderstruck, estoy de acuerdo contigo. El rato más cercano se echa de menos en las grandes superficies. Como he dicho en algun otro comentario, me gusta que el dependiente sepa lo que me gusta y cómo me gusta, el poder charlar de cosas mientras te atiende... eso está muy bien.
Lo que no me gusta es el chafarderío o las "demasiadas confianzas", jeje!
Un beso
Hola AZAHARA, con lo de las señoras que se cuelan has conseguido sacarme una sonrisa.
Qué razón llevas, pasa muy a menudo jajaj!!
Muy divertido el texto, muy bueno :)
Si quieres puedes pasarte por felicidadenlavida;
Un saludo,
Francisco M.
Me alegra que te haya gustado Francisco, y que te haya sacado una sonrisita, jeje. Pásate por aquí cuando quieras. :)
Un saludo!
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